sábado, 3 de mayo de 2014

El fastido de vida, el hastiado dinero.

Despertando en sedas de oro
me levanto sin gracia alguna,
es que la vida es una moneda girando por nuestros ojos.
Y el amor y el valor,
solo nos mantienen en pie.
¿Dónde está esa profundidad que grandes filósofos le dieron a la vida?
¿dónde están los deseos que generan realidades?
¿dónde está esa emoción por el  vivir del  amor?
¿dónde están?..
Si la vida gira en torno al oro
y la plata hace y deshace nuestro esfuerzo,
pues el sudor lo compra todo.
El cuerpo se agota y la mente se descompone,
los gusanos atormentan las ganas de vivir,
pues pocas son las cabezas que los arrancan de su piel.
Las maravillas se oyen agradables,
pues mas que eso no sé donde puedo encontrarlas.
Esto parece un juego muy difícil
y es abrumador marchar por las calles llenas de cieno,
y la basura cayendo del cielo evita el tener fe,
pues nuestro dios aun no nos salva,
siendo esclavos de un poderoso,
pues no quiero dar nombres propios,
pero la vida se paga mientras se respiran auxilios.
Y el tesoro jamas es encontrado,
pues las maravillas no son concretas,
solo ilusiones despegan de esos murmullos ilusos
y desde el brillo de nuestros ojos se ve en el fondo,
el cansancio de tener que  mantenerlos fulgurosos.
Pues somos cosmos que creamos esperanzas personales
y sin ellas no podríamos negociar nuestras vidas,
y los muchos maestros,
no son mas que luces en la oscuridad
pero al encender estas mismas ,
solo son mentiras flotando en el jardín.
No tendría voz para recitar escritos bíblicos,
pues me avergonzaría de la religión.
No tendría aliento para referirme a la política,
pues mi honestidad estaría en juego
y de filosofía prefiero callar,
pues la vida es subjetiva y en ello nadie es quien para juzgar.
Solo decir, que no encuentro verdad dentro del propósito en esta vida.



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