Perfecto dulce amor.

Azul amor silvestre,

subeme en tu espalda y déjame gritar

las injusticias son sagradas,

subeme en tu carruaje viejo atropellado de ambiciones,

pues la luna sera el prestigio de nuestros cuerpos

y el grito desamparado fulminara nuestros labios.

Azul amor silvestre 

eres la libertad situada en el centro de mi carencia,

el momento en nuestras vidas es ahora,

no me dejes ir.

Tu campo es mi refugio,

pues silvestre es tu amor

El azul de tus colores, es el sueño de nuestras promesas convertidas en acciones.

Vacilante navegamos en nuestro pequeño barco de misterios,

haces de la vida un arte peculiar,

ningún ser en esta tierra dibujaría tan bien la sombra de nuestro amor,

pues las hojas son nuestras

y el mundo navega nuestro afecto halagando nuestras palmas.

Cariño jamas destruyas el bosquejo de esta eternidad,

pues mi vida esta en la cima de tu cielo

y si me dejas yo, caería a un sin fondo de sueños rotos

y entonces el arte de nuestra ternura

acabaría siendo la injusticia mas divina.

Azul amor silvestre,

cabalguemos hasta el edén,

siendo la gloria nuestras cerezas en el paladar,

y botones azules nos arrastraran a la divinidad.

Las alturas cariño, son nuestro hogar

y su efecto derrite las drogas,

pues unidos elevamos el alma

sin necesidad de un delirio mejor.

El fin del viaje.

El cuerpo alentado desea la conciliación con la vida,
y el pasar de los años han dejado indicios de esfuerzo,
y el ultimo aliento se esparce entre ilusiones,
y aquellas apreciaciones son el ultimo deseo.
La vida tranquila pasa ante nuestros ojos
y nuestras pupilas atentas a todo,
de repente se descuidan de algo.
Y ese algo te deja un vacío,
y el vacío se vuelve deseo.
Las posibilidades se vuelven pocas,
pues la vida tranquila pasó.
La resignación se vuelve el cordón nuestros  zapatos,
y los mejores años se ven fracasados.
Aun así nuestra vida se da por realizada
y el orgullo aflora por nuestros poros,
pero la falta de aliento se siente en el fondo
faltando el suspiro de desahogo,
aquel que deja placenteros alivios
y  entonces  recuerdas el descuido de tus pupilas,
aquel trance en que  la vida no te espero,
mas aun ella pasando tranquila, sin clemencia, ni consideración .
Y tus suspiros incompletos siguieron el paso de los años
intentando alcanzar el paso de la vida,
entonces llegas al punto en el cual ya bastaron los años para seguir tras ellos
y el cosquilleo de tus ansias se vuelve el favor de tu apetencia.
Sueñas en morir tranquilo
y la satisfacción ante todo, en primer lugar debe estar.
El punto de conciliación se torna vital
y sin mayor esfuerzo comienzas a acomodar los años
en una maleta de buenas acciones,
olvidando tus vacíos, llenándolos de rosas que no corresponden a la misma raíz,
pues te llevas la maleta al viaje de la muerte,
y en la vida entonces, quedan las verdaderas raíces,
ausentes de rozas, muriendo también sin clemencia ni consideración.
Olvidamos nuestros profundos deseos,
aquellos errores o aquellas imposibles posibilidades de ser realizadas o desarrollas en un plano soñado,
morimos llenos de nada, sin hacer posible las ansias que tuvimos por seguir el paso de la vida.
Así,simplemente el paso de los años
nos carcome la esencia de nuestra propia vida, de nuestra propia serenidad.
El cuerpo alentado debe pacificar sus mares con la misma esencia,
si el mar es dulce, no llenes el vacío con agua salada, pues tus peces dejaran un vacío aun mas grande en ti.

Inevitable frenesí de amor

Fue inevitable resistir a tu encanto desorientado

fue inevitable rosear ilusiones en tu abismo embaucador 

y tus manos constantes al aferro de las mías,

captando el eco de mis angustias perpetuas

conquistaron mi esencia con solo una caricia.

Tu habla, tu lengua, tus letras, en vano alojaban en tu figura refugiada

tu silencio, tu mutismo, solo me bastaban para contener tus promesas poetizadas,

y tu amor singular jamas suplantado será

por que como siempre decías, 

"el amor nos sorprende y desprende de quienes en un lugar y momento exacto parece ser la eternidad jamas soñada ,pero tu ahora desprendes mi razón y la emoción es tanta, que la eternidad es poca

y el sueño siendo tú, derrumba la realidad 

y parece que en sueños vuelan mis pies y sin decir más, no existe nada más
que solo decir te amo una vez mas.

Fue inevitable enamorarme de tu amor inimitable

e inevitable es el tiempo que nos une con demencia,

hemos perdido el sentido de reflexión y juntos bebemos de la copa del mismo vino, siendo este
nuestro dulce, nuestro afable licor.  

Trozos de ira

Corriendo hacia la luz ,destruí la salida
La selva me ignora y el silencio duele,
La amargura es tanta que mi estomago esta en llamas
y yo sin decir nada,  solo observo el paraíso desde una montaña alta
y miro las porquerías de flores,
y todas las ridículas creaciones de dios,
y sin querer aun estoy estorbando.
Las flores me desprecian y por cada pétalo yo, les arrancaría el alma,
de aquí aprecio el mar

y me siento tan igual,
soy como un infinito que jamas muere,
siendo la profundidad mis ansias de morir.
Las olas avanzan llegando al mismo horizonte ,
mis pies caminan sin dejar huella alguna,
el mar choca con su misma fuerza,
mi ira golpea mi malestar y así ambas terminan odiándome.
 la ira hacia la vida misma se vuelve el común de todos.
Corriendo hacia la luz, destruí la salida,
y mi torpe nebulosa destruida en mil pedazo, aun sigue formando parte de mi universo
aun en ella estando,el vacío de mis estrellas.
Y el mar en silencio sufre la igualdad de mi misma forma,
y yo en el reflejada me siento, guardando su recuerdo,  plasmado en mis pupilas.
Como una semilla refugiada en su propia tierra.
Corriendo hacia la luz, destruí
la salida.

El sol huyendo..

Parece que el sol ha huido de mi espanto desesperado
o es que acaso el tiempo se ha detenido ante tanta ansia de querer volar,
parece que de mis alas aun no brotan maravillas capaces de hacer nacer el arco iris 
que cautiva a los anhelos, volviéndolos caricias reconciliadas.
Guardo el cielo de plena angustia, bajo mi almohada húmeda de tantas muertas ilusiones.
Guardo un rayo de luz bajo mis brazos débiles, para mantener en pie mis suspiros.
Imagino un árbol creciendo en medio de un desierto árido,
descansando en él, un nido de aves blancas
Que esperan la gracia de la brisa pasando por entre sus plumas,
y los pobres de camisa sucia con una leve sonrisa no dejan de creer en que la vida les tomara la mano y los llevara a casa.
Parece que el sol ha huido de mi espanto desesperado
o es que acaso el tiempo se ha detenido ante tanta ansia de querer volar,
La tierra huele a cosechas mojadas, 
La tierra espesa inmóvil del lodo,
La tierra a su vez tan ligera
y mis pies clavados en ella.
He olvidado como,
ya no recuerdo el por que.
El amor es la llama apagándose con el tiempo,
y la gracia de uno se desploma en un par de segundos.
Parece que la oscuridad me esta dejando ciega ,
o es que acaso mis ojos no dejan de mirar hacia el vacío de mis manos empuñadas de lamentos tibios.
Los minutos corren en mi cabeza y en ella se mal interpreta la razón de la existencia.
Parece que el sol ha huido de mi espanto desesperado,
o es que acaso el tiempo se ha detenido ante tanta ansia de querer volar.