sábado, 26 de abril de 2014

El fin del viaje.

El cuerpo alentado desea la conciliación con la vida,
y el pasar de los años han dejado indicios de esfuerzo,
y el ultimo aliento se esparce entre ilusiones,
y aquellas apreciaciones son el ultimo deseo.
La vida tranquila pasa ante nuestros ojos
y nuestras pupilas atentas a todo,
de repente se descuidan de algo.
Y ese algo te deja un vacío,
y el vacío se vuelve deseo.
Las posibilidades se vuelven pocas,
pues la vida tranquila pasó.
La resignación se vuelve el cordón nuestros  zapatos,
y los mejores años se ven fracasados.
Aun así nuestra vida se da por realizada
y el orgullo aflora por nuestros poros,
pero la falta de aliento se siente en el fondo
faltando el suspiro de desahogo,
aquel que deja placenteros alivios
y  entonces  recuerdas el descuido de tus pupilas,
aquel trance en que  la vida no te espero,
mas aun ella pasando tranquila, sin clemencia, ni consideración .
Y tus suspiros incompletos siguieron el paso de los años
intentando alcanzar el paso de la vida,
entonces llegas al punto en el cual ya bastaron los años para seguir tras ellos
y el cosquilleo de tus ansias se vuelve el favor de tu apetencia.
Sueñas en morir tranquilo
y la satisfacción ante todo, en primer lugar debe estar.
El punto de conciliación se torna vital
y sin mayor esfuerzo comienzas a acomodar los años
en una maleta de buenas acciones,
olvidando tus vacíos, llenándolos de rosas que no corresponden a la misma raíz,
pues te llevas la maleta al viaje de la muerte,
y en la vida entonces, quedan las verdaderas raíces,
ausentes de rozas, muriendo también sin clemencia ni consideración.
Olvidamos nuestros profundos deseos,
aquellos errores o aquellas imposibles posibilidades de ser realizadas o desarrollas en un plano soñado,
morimos llenos de nada, sin hacer posible las ansias que tuvimos por seguir el paso de la vida.
Así,simplemente el paso de los años
nos carcome la esencia de nuestra propia vida, de nuestra propia serenidad.
El cuerpo alentado debe pacificar sus mares con la misma esencia,
si el mar es dulce, no llenes el vacío con agua salada, pues tus peces dejaran un vacío aun mas grande en ti.

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