domingo, 19 de enero de 2014

Nuestra tierra, nuestra madre.

Que decepción el progreso de esta nación,
del mundo entero,de nosotros como humanos.
Que humillante la conciencia que aparenta franqueza,
que aparenta humildad, lealtad y nobleza.
La tierra, nuestra madre.
El universo y sus mares nos han dado tanta belleza,tanto encanto y nosotros desaprovechándolo o aprovechándonos, únicamente para nuestra propia conveniencia individualista y apática.
Que descanto somos para nuestra naturaleza.
 Nuestra madre que nos ha dado la acuarela mas impecable, única e insuperable.
Que dolor mas desmesurado, que vergüenza,
 que inhumanos.
¿Cuándo será el día en  que terminemos con nosotros mismos, para darle el descanso digno que merece nuestra madre?.
Quizá no sera un día muy lejano, a lo mejor solo faltan un par de años.
Pero de corazón espero que como bestias que somos, florezca dentro de nuestra indiferencia,una rosa perfumada de lamentos. Que nos impulsen a tomar conciencia y respeto ,
a quien por años luz jamás nos ha dejado sin tierra, sin mar y sin estrellas.
El paisaje, nuestro ambiente. Debe ser amado tal y como ella nos ha apreciado,
observándonos por todos lados, en cada brisa, en cada luna llena.
Dejemos en paz el alma, dejemos en paz la tierra.

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